Recupera tu horno viejo y quemado gracias a esta poderosa y barata solución
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La limpieza de la cocina puede ser un desafío debido a la acumulación de restos de alimentos y grasa, especialmente en electrodomésticos como el horno y el microondas. Para facilitar esta tarea, expertos en limpieza han compartido distintos métodos, y uno de los más efectivos es el uso de bicarbonato de sodio.
¿Cómo limpiar el horno?
Erin, especialista en limpieza natural, recomienda este ingrediente por sus propiedades alcalinas, capaces de descomponer la grasa sin ser abrasivo ni dañar las superficies. Para limpiar el vidrio del horno, se debe espolvorear bicarbonato de sodio sobre la superficie y distribuirlo con un estropajo húmedo hasta formar una pasta.
Esta mezcla debe cubrir toda la puerta y, si es necesario, ajustarse agregando más agua o bicarbonato. Luego, se deja actuar entre 30 y 60 minutos, o incluso toda la noche si la suciedad es intensa. Finalmente, se retira la pasta con un estropajo húmedo y se enjuaga con una esponja para asegurarse de que no queden residuos. Según Erin, este método deja el vidrio del horno impecable, sin necesidad de productos químicos agresivos.
¿Cada cuanto limpiar la cocina?
La cocina requiere una limpieza diaria y una limpieza profunda periódica para mantener la higiene y evitar la acumulación de suciedad. A diario, es importante limpiar la encimera, la mesa y el fregadero después de cada uso, así como lavar la vajilla y vaciar los cubos de basura.
Además, cada dos o tres meses se recomienda limpiar los muebles, la nevera y el microondas, mientras que el horno debe higienizarse al menos una vez al mes. Los armarios de la cocina también necesitan atención cada tres meses para prevenir la acumulación de moho y mantener los envases en buen estado.
Mantener la cocina limpia después de cada uso ayuda a evitar plagas, prolongar la vida útil de los muebles y garantizar un ambiente seguro e higiénico. Disfruta de tu hogar y cuida a tu familia haciendo una limpieza correcta.