Odontólogo revela la cantidad exacta de minutos que debes estar cepillándote los dientes
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Cepillarse los dientes es una rutina esencial, pero muchas personas no están seguras del tiempo adecuado que deben dedicarle. Más allá del hábito, pequeños detalles en el tiempo y la forma en que cepillamos pueden marcar una gran diferencia en nuestra salud bucal.
¿Cuánto tiempo cepillarse los dientes?
Aunque se cree que dos minutos bastan, los expertos recomiendan cepillarse entre tres y cuatro minutos para lograr una limpieza más efectiva y prevenir problemas como el sarro. La placa dental, compuesta por bacterias, hongos y virus, puede causar inflamación y enfermedades como la gingivitis si no se elimina correctamente.
Por eso, es clave cepillar durante más tiempo y con una técnica adecuada, enfocándose en la zona donde se unen dientes y encías.
Además del cepillo, el hilo dental es fundamental para alcanzar zonas difíciles y mejorar la higiene bucal. En definitiva, una buena técnica, el uso de herramientas adecuadas y una rutina completa ayudan a mantener una boca sana, aunque siempre es recomendable consultar con un profesional.
¿Por que los dientes se ponen amarillos?
Los dientes pueden volverse amarillos por varias razones, siendo una de las principales el desgaste natural del esmalte con el paso del tiempo. Esta capa externa, que suele ser blanca, se va adelgazando y deja al descubierto la dentina, que tiene un tono más amarillento.
La falta de una adecuada higiene bucal también influye, ya que la acumulación de placa bacteriana y su posterior endurecimiento en forma de sarro contribuyen al cambio de color. Hábitos como fumar, por la presencia de nicotina y alquitrán, y el consumo frecuente de alimentos o bebidas con colorantes intensos, como café, té, vino tinto o frutos rojos, también favorecen la aparición de manchas.
Además, algunos medicamentos, especialmente ciertos antibióticos como la tetraciclina, pueden provocar decoloración dental, sobre todo si se toman durante la infancia. Golpes o lesiones en los dientes, al dañar el nervio interno, pueden causar un oscurecimiento progresivo.
Incluso los factores genéticos juegan un papel, ya que hay personas con una predisposición natural a tener dientes más amarillos. Para combatir estos efectos, es fundamental mantener una buena higiene bucal diaria, acudir al dentista para limpiezas profesionales, y considerar opciones como el blanqueamiento dental o las carillas en los casos más severos.