No podrás creer el peligro que se esconde detrás de crear imágenes con Inteligencia Artificial

A medida que avanza la tecnología, también demanda que las personas necesiten mejores recursos para acompañar el proceso. Por eso, cada cierta cantidad de meses es casi obligatorio actualizar los conocimientos que tienes sobre lo que que pasa con, por ejemplo, la inteligencia Artificial. Uno de los saberes más importantes es saber los efectos secundarios de crear imágenes con este tipo de software. Acá tendrás los detalles.
Los especialistas en tecnología establecen una serie de consejos para saber utilizar la Inteligencia Artificial. Uno de ellos es saber el peligro que se esconde detrás de crear imágenes, una tendencia que se ha puesto de moda en los últimos meses.
La tecnología detrás de la IA
Sorprendentemente, generar una sola imagen con IA puede requerir hasta 3,45 litros de agua. Si consideramos que un usuario promedio podría realizar al menos cinco intentos para obtener el resultado deseado, el consumo se eleva a 17 litros por una breve interacción con esta tecnología. A esta alarmante cifra se suma el uso de energía eléctrica, que aunque individualmente parezca insignificante, se convierte en un problema mayúsculo al multiplicarse por los millones de imágenes generadas diariamente a nivel global.
El principal culpable detrás de este considerable gasto de agua es el funcionamiento de los centros de tecnología donde residen los complejos modelos de IA. Estos servidores trabajan a una intensidad tan alta que generan una enorme cantidad de calor, haciendo imprescindible un sistema de refrigeración constante para evitar fallos. En la mayoría de los casos, la solución más eficiente y utilizada para enfriar estos equipos es el agua. De esta manera, cada vez que un usuario solicita la creación de una imagen, contribuye indirectamente a un preocupante derroche hídrico.
Este recurso vital, el agua, se utiliza de forma masiva para disipar el calor generado por la tecnología de la IA. Si bien existen alternativas más sostenibles, como el uso de energías renovables para alimentar los centros de datos o la optimización de los algoritmos para reducir su demanda computacional, estas soluciones aún se encuentran en etapas de desarrollo e implementación. La creciente popularidad y el uso extendido de estas herramientas de generación de imágenes hacen que la presión sobre los recursos naturales continúe en aumento, presentando un desafío ambiental considerable.