Ni merluza ni caballa: el tipo de pescado que debes consumir para cuidar el corazón y combatir el colesterol

Cuidar de tu salud es muy importante y una tarea a diaria, sobre todo para mantener normales los niveles de colesterol que debe tener un adulto. Para ello, es muy importante prestarle atención a nuestra alimentación diaria y aumentar el consumo de pescado y así comer rico pero saludable a la vez.

¿Qué pescado ayuda a combatir el colesterol?

Se trata de el bonito, un pescado azul ampliamente consumido en Perú, destaca por su valor nutricional y versatilidad culinaria. Es una fuente importante de ácidos grasos omega-3, hierro, proteínas y diversas vitaminas y minerales, como las vitaminas A, D, B2, B3, B9, B12, potasio, fósforo, magnesio y yodo. Este perfil lo convierte en un alimento recomendado para prevenir enfermedades cardiovasculares, reducir el colesterol, combatir la anemia y mantener una salud general óptima.

El consumo regular de bonito ayuda a prevenir la formación de coágulos sanguíneos al mejorar la fluidez de la sangre y reducir la acumulación de placa en las arterias, disminuyendo el riesgo de aterosclerosis y accidentes cardiovasculares. También contribuye al control del colesterol, favoreciendo la disminución del colesterol malo (LDL) y el aumento del colesterol bueno (HDL), además de reducir los triglicéridos.

En cuanto a la anemia, el bonito, gracias a su contenido en hierro, apoya la producción de hemoglobina, esencial para el transporte de oxígeno en el cuerpo, y ayuda a combatir síntomas como fatiga y mareos asociados con la deficiencia de hierro. Por último, su bajo costo, excelente sabor y disponibilidad durante todo el año lo convierten en un superalimento accesible y esencial en la dieta peruana. Este pez se puede consumir de múltiples maneras, desde ceviche y sashimi hasta guisos y preparaciones fritas.

¿Cómo combatir el colesterol?

Para combatir el colesterol, es fundamental adoptar un estilo de vida saludable que combine una alimentación equilibrada, actividad física regular, control del peso y hábitos libres de tabaco. Se recomienda reducir el consumo de grasas saturadas y trans, presentes en frituras, carnes procesadas, productos lácteos enteros y panadería industrial, y priorizar alimentos como frutas, verduras, granos integrales, legumbres, semillas, frutos secos y grasas saludables como las monoinsaturadas del aceite de oliva y de canola.

Complementar estos cambios con al menos 30 minutos diarios de ejercicio moderado, como caminar, nadar o andar en bicicleta, ayuda a mejorar los niveles de colesterol. Además, bajar de peso puede ser clave para equilibrar el perfil lipídico. Dejar de fumar también es crucial, ya que el tabaquismo afecta negativamente los niveles de colesterol.

En algunos casos, el médico puede recetar estatinas u otros medicamentos para reducir el colesterol LDL y disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas. Mejorar el estilo de vida puede permitir eventualmente prescindir de estos tratamientos.

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