Ni cáscaras de huevo ni café: el abono casero que es oro puro para nuestras plantas
Para el desarrollo óptimo de las plantas, especialistas sugieren probar los abonos caseros de cáscara de huevo o de café. Ambos están repletos de nutrientes e inciden favorablemente en el crecimiento de los ejemplares. Sin embargo, existe uno de mejores beneficios, gracias a que dota al ejemplar de una buena dosis de clorofila.
La clorofila es un pigmento natural que se encuentra en las plantas, algas y algunas bacterias. Este les aporta el color verde característico de las hojas e incide favorablemente en el proceso de fotosíntesis, permitiendo convertir la luz solar en energía química.
La clorofila, al ser la principal encargada del color de nuestras plantas, cuando existe un déficit, lo podemos notar en el color de sus hojas. Además, expertos en jardinería sostienen que la falta de clorofila debilita a cualquier ejemplar. En consecuencia, este abono casero será de vital importancia para el óptimo desarrollo de cualquier especie de nuestro jardín.
¿Cómo hacer un abono casero de clorofila?
Para hacer este abono casero, el primer paso será recolectar por el jardín las hojas más verdes que veamos. Profesionales de la jardinería recomiendan que las hojas sean de árboles que se mantienen verdes todo el año porque son las que más clorofila contienen.
Una vez recolectadas, debemos agregarlas a una licuadora junto a un litro de agua. Cerraremos el envase y una vez licuado todo y mezclado, colaremos el líquido en una olla para calentarlo 10 minutos. Después, lo único que tenemos que hacer es regar las plantas cada 15 días con esta preparación.
De esta forma, al proporcionar clorofila, aumentamos la capacidad de las plantas para absorber la luz solar y convertirla en energía química. En consecuencia, gracias a este potente abono casero, ayudaremos a que los ejemplares tengan un crecimiento más vigoroso, mayor desarrollo de hojas, tallos y raíces.