Los tips para saber si tus gatos son amigos entre sí, según veterinarios

Los especialistas vinculados al mundo de las mascotas consideran que existen diversas cuestiones a las cuales hay que prestarle especial atención para poder entenderlas. Si lo has visto en más de una ocasión, y sobre todo en el último tiempo, acá podrás develar la conducta que tienen tus gatos y que podrá determinar si son amigos entre sí.
Nos vamos a referir en particular al motivo por el que los gatos son amigos entre sí. Para ser más específicos, para el caso en que esta situación sea detectada. La respuesta podrás encontrarla en esta nota, para poder analizar y tratarlo, en caso de que sea necesario y según la visión de los científicos de mascotas.
La amistad en los gatos
El acicalamiento mutuo es una de las muestras más evidentes de afecto felino. Este comportamiento no solo fortalece el vínculo entre ellos, sino que también es un gesto de confianza y cuidado. Otra señal positiva es cuando los gatos frotan sus cuerpos y cabezas entre sí; este acto es una forma de saludo y de marcar territorio compartido, lo cual indica que se sienten cómodos en presencia del otro. Finalmente, si los gatos duermen juntos o comparten espacios comunes, como camas o rascadores, es un claro indicio de que disfrutan de la compañía mutua y se sienten seguros el uno con el otro.
Sin embargo, la amistad entre gatos no siempre es fácil de lograr. Factores como el sexo, la edad y la personalidad de cada felino juegan un papel importante en su compatibilidad. Por ejemplo, estudios han demostrado que los machos castrados tienden a formar lazos más fuertes entre sí, mientras que las hembras suelen ser más independientes y menos propensas a desarrollar amistades cercanas con otras gatas. Además, la introducción de un nuevo gato en el hogar puede generar tensiones, especialmente si el gato residente es territorial o está acostumbrado a ser el único felino en casa.
El primer encuentro entre gatos es crucial para predecir la dinámica futura. Si bien es normal que haya cierta cautela inicial, los enfrentamientos agresivos, como arañazos y mordiscos, pueden ser un mal presagio. Es importante supervisar las interacciones iniciales y proporcionar un ambiente seguro y tranquilo para que los gatos se acostumbren gradualmente el uno al otro. La paciencia y la observación cuidadosa son clave para fomentar una relación positiva entre ellos.