Lo dice la psicología: si puedes doblar tu lengua, así es tu personalidad
La habilidad de doblar la lengua es un curioso truco físico que genera interés tanto desde un punto de vista fisiológico como psicológico. Este acto puede decir mucho sobre nuestra personalidad, y por ello debes saber qué significa y por qué hay personas que no pueden hacerlo, aunque lo intenten.
¿Qué dice mi personalidad si puedo doblar la lengua?
Este movimiento, relacionado con la flexibilidad y coordinación de los músculos de la lengua, parece depender en parte de factores genéticos, ya que su facilidad para realizarlo puede ser hereditaria. Aunque no requiere práctica para algunas personas, para otras resulta difícil o imposible.
Desde la psicología, se ha planteado que quienes dominan este tipo de movimientos podrían tener un mayor control motor y una personalidad más segura o extrovertida, reflejando comodidad en la expresión física y no verbal. Sin embargo, estas teorías carecen de evidencia científica sólida que relacione esta capacidad con la personalidad o habilidades cognitivas. En esencia, doblar la lengua sigue siendo una destreza física fascinante pero con implicaciones limitadas en términos psicológicos.
¿Por qué hay personas que no pueden doblar la lengua?
La capacidad de doblar la lengua está influida principalmente por factores genéticos, aunque también intervienen otros elementos. Genéticamente, esta habilidad se asocia a un gen específico, identificado como T, donde las personas con dos copias del alelo dominante pueden realizar este movimiento, mientras que aquellas con dos alelos recesivos no lo logran.
Sin embargo, debido a la penetrancia incompleta, este gen no determina completamente la característica. Además de los genes, otros factores como el ambiente, la interacción genética-ambiental, la influencia de otros genes y la longitud del frenillo lingual también desempeñan un papel.
En algunos casos, la incapacidad para doblar la lengua puede estar relacionada con enfermedades neuromusculares, como la parálisis cerebral, la distrofia muscular o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Este fenómeno ha sido objeto de estudios, como los realizados por Matlock en 1952, que evidenciaron diferencias incluso en gemelos idénticos, sugiriendo que la genética no es el único factor determinante.
Otro aspecto que puede revelar mucho sobre nuestra personalidad es nuestra fecha de nacimiento, ya que los astros interfieren mucho en ello. Identifica y mejora los puntos que no sean beneficiosos para ti y tu alrededor.