Llegó el fin para el césped: descubre las plantas 'cubresuelos' que lo reemplaza a la perfección
El verano es la estación favorita de muchos, sobre todo porque se puede disfrutar más horas el día y los espacios abiertos. Por este motivo, cuidar de tu jardín, regar el césped en el horario adecuado y replantar las zonas con "huecos" que puedas tener en el. Este último punto puede ser el más molesto para los que aman la perfección, o simplemente quieren tener un tono uniforme, sobre todo si tienen poca luz solar, muchos árboles o plantas altas que hagan sombra.
Por este motivo, aunque podar y abonar de manera regular ayuda mucho, hay quienes quieren dejar de "luchar" y optar por alternativas más fáciles. Una de las mejores opciones son las plantas cubresuelos, ya que no necesitan de luz directa para sobrevivir, y logran formar una "capa" pareja de color verde, similar al césped y muy abundante.
¿Qué plantas cubresuelos puedo tener en mi jardín?
Si en tu jardín no posees luz solar directa, o tienes muchos árboles que proveen sombra, el Ophiopogon japonicus (pasto japonés) es el indicado para ti. Una de sus mayores ventajas es que no necesita de muchos cuidados o mantenimiento, por lo que son ideales para quienes trabajan muchas horas fuera de casa o tienen niños y mascotas.
Otras opciones igual de buenas son la hiedra, violetas, Salvia procurrens, Senecio macroglossus y Soleirolia soleirolis. Estas especies, que además pueden florecer en ciertas temporadas, aportan color y textura al jardín, generando una biodiversidad y armonía en tu suelo que encantará a todos.
¿Cómo cuidar mis plantas cubresuelos?
Este tipo de plantaciones no necesitan grandes cuidados ni mucha inversión de tiempo. Lo que debes tener en cuent es retirar hojas secas y despuntar de vez en cuando para mantener su forma y densidad. Por otro lado, si quieres agregarle un "extra", puedes colocarle trozos de corteza o pinochas para cubrir el suelo y conservar la humedad, mejorando la estética del suelo. Otra recomendación es cortar las ramas que muy crecidas con una tijera de podar adecuada, como una para setos o césped, preferiblemente con mango extensible para trabajar a nivel del suelo.
Finalmente, realiza un riego ligero en forma de lluvia para humedecer la tierra y el follaje. El fertilizante orgánico, además de poseer nitrógeno, fósforo y potasio, mejora la aireación y retención de agua del jardín, beneficiando su actividad biológica.
Aunque ya vimos que las plantas cubresuelos y elementos naturales brindan una alternativa funcional y atractiva al césped en áreas con escasa luz solar, también hay quienes directamente deciden optar por lo artificial, o el otro extremo, los que siguen "luchando" con el césped tradicional. Si este último es tu caso, no debes olvidarte de que una buena fertilización garantizará su rápido crecimiento.