Las 3 razas de perros que son las más celosas con sus dueños

Los especialistas vinculados al mundo de las mascotas consideran que existen diversas cuestiones a las cuales hay que prestarle especial atención para poder entenderlas. Si lo has visto en más de una ocasión, y sobre todo en el último tiempo, acá podrás develar el motivo por el que un perro puede llegar a ser muy celoso con su dueño.
Nos vamos a referir en particular al motivo por el que los perros tienen ciertas razas que son las más celosas. Para ser más específicos, para el caso en que esta situación sea detectada. La respuesta podrás encontrarla en esta nota, para poder analizar y tratarlo, en caso de que sea necesario y según la visión de los científicos de mascotas.
Los perros más celosos
El Chihuahua, a pesar de su diminuto tamaño, posee una personalidad fuerte y una marcada tendencia a la posesión. Este pequeño gigante suele elegir a un miembro de la familia como su principal referente afectivo, mostrando una actitud territorial incluso hacia otros humanos que intenten acercarse demasiado a su persona favorita. Su valentía, desproporcionada a su físico, lo lleva a confrontar perros más grandes si percibe una amenaza a su lugar privilegiado.
El Pomerania, con su adorable apariencia de pequeño peluche, esconde una naturaleza que demanda atención constante. Esta raza de perros disfruta enormemente de la compañía humana y puede mostrarse bastante exigente en cuanto a la exclusividad del cariño de su familia. Si un Pomerania siente que está siendo relegado o que el afecto de sus dueños se dirige hacia otros, no dudará en expresar su descontento a través de ladridos persistentes o comportamientos que buscan captar nuevamente la atención perdida. Su necesidad de ser el centro de atención es una característica distintiva de su personalidad.
Por otro lado, el Cocker Spaniel, conocido por su carácter afectuoso y su buena relación con los niños, también puede desarrollar celos si no se maneja adecuadamente su educación. Su predisposición a formar lazos emocionales muy estrechos con sus dueños lo hace susceptible a comportamientos posesivos. Esta tendencia se acentúa si no se establecen límites claros desde una edad temprana de estos perros, lo que podría llevarlo a manifestar incomodidad o incluso actitudes defensivas ante la presencia de otras personas o animales que interactúen con sus seres queridos.