La vitamina que cuida de la salud visual y ayuda a ver mejor de noche
Cuidar la salud ocular es esencial para mantener una visión clara y prevenir enfermedades. Los ojos, al estar constantemente expuestos a factores externos como la luz azul de las pantallas y la falta de revisiones regulares, son vulnerables a diversos daños. Por ello, adoptar medidas preventivas, como una alimentación equilibrada, resulta clave.
¿Qué vitamina mejora mi vista?
Alimentos como las zanahorias son conocidos por sus beneficios para la vista debido a su contenido de nutrientes esenciales, como la luteína. La luteína, un carotenoide presente en la mácula y la retina del ojo humano, actúa como un filtro de luz que protege los tejidos oculares de los daños causados por la exposición solar.
Se encuentra en alimentos como las yemas de huevo, espinacas, col rizada, maíz, pimientos naranjas, kiwi, uvas y calabazas. Según investigaciones, este compuesto contribuye a prevenir enfermedades como la degeneración macular relacionada con la edad (AMD) y podría reducir el riesgo de desarrollar cataratas, aunque no detiene el avance de estas afecciones.
El consumo de luteína, ya sea a través de la dieta o suplementos, puede mejorar ciertos síntomas de la AMD cuando se ingiere durante al menos tres meses en dosis adecuadas, combinada con otras vitaminas. Sin embargo, es importante señalar que este nutriente no sustituye los cuidados médicos ni las revisiones oftalmológicas regulares, esenciales para garantizar la salud visual a lo largo del tiempo.
¿Cómo mejorar mi vista?
Para mejorar la vista, es fundamental realizar ejercicios visuales y dar descanso adecuado a los ojos. Una dieta rica en vitaminas A, C, E y ácido fólico, así como alimentos como frutas cítricas, zanahorias, batatas, espinacas, acelgas, cacahuates, huevos, quinoa y salmón, es esencial para la salud ocular. También es recomendable incluir leguminosas como chícharos y frijoles, que aportan zinc.
Complementar la alimentación con ejercicios visuales puede fortalecer los músculos oculares. Algunas prácticas útiles incluyen parpadear con frecuencia, enfocar y desenfocar la vista, mirar hacia los lados o en círculos, y girar los ojos lentamente en ambas direcciones. Además, es crucial tomar descansos periódicos, dormir al menos ocho horas diarias, reducir el tiempo frente a pantallas y mejorar la calidad del aire en el entorno.
No es solo una cuestión estética, para proteger aún más la salud visual, se aconseja evitar frotarse los ojos con fuerza, practicar actividad física, usar gafas de sol homologadas para bloquear los rayos UV y abandonar el hábito de fumar. Con estas medidas, es posible preservar y mejorar la calidad de la visión.