La fruta rica en magnesio que ayuda a bajar de peso y combate la diabetes

El magnesio es un mineral esencial para el funcionamiento del organismo, ya que participa en la producción de enzimas, la síntesis celular y la formación de huesos y músculos. Además, contribuye a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que lo convierte en un aliado en la prevención de la diabetes.

¿Cuál es la fruta repleta de magnesio que debemos consumir?

El pomelo es una fuente rica en vitaminas B y C, fibra, potasio, hierro, manganeso y zinc. Su alto contenido de agua lo convierte en un alimento de bajo valor calórico, además de ser un potente antioxidante que combate los radicales libres y protege las células del envejecimiento prematuro.

Diversas investigaciones han demostrado que el pomelo posee propiedades hipoglucemiantes gracias a la presencia de naringenina, un flavonoide con efectos antidiabéticos que mejora la absorción celular de la glucosa y la sensibilidad a la insulina. Por esta razón, su consumo frecuente podría reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Un estudio reciente reveló que el aumento en la ingesta de pomelo en 100 gramos diarios se asoció con una disminución del 2,8% en la probabilidad de padecer esta enfermedad. Sin embargo, la misma investigación señaló que en personas que ya tienen diabetes tipo 2, su consumo no logró regular los niveles de azúcar en sangre, por lo que su mayor beneficio radica en la prevención.

En cuanto a su impacto en la pérdida de peso, un estudio clínico realizado durante 12 semanas concluyó que quienes consumieron pomelo antes de cada comida lograron una reducción de peso de 1,6 kg, en comparación con los 0,3 kg de aquellos que no lo incluyeron en su dieta. No obstante, es importante considerar que el pomelo puede interferir en la absorción de ciertos medicamentos, especialmente aquellos indicados para tratar la hipertensión, el colesterol alto y la ansiedad.

¿Cómo saber si tengo diabetes?

Para detectar la diabetes, es posible realizar un examen de sangre o acudir al médico si se presentan síntomas característicos de la enfermedad. Existen diferentes pruebas para medir los niveles de glucosa en sangre. Una de ellas es la glucemia en ayunas, donde un resultado de 126 mg/dL (7 mmol/L) o más en dos análisis distintos indica la presencia de diabetes.

Otra opción es la prueba de hemoglobina A1C, que mide el nivel promedio de glucosa en los últimos dos o tres meses; si el resultado es del 6,5 % o más en dos pruebas separadas, se considera diagnóstico de diabetes. También se puede realizar una medición aleatoria de glucosa en sangre, donde un valor de 200 mg/dL (11.1 mmol/L) o superior sugiere la posibilidad de esta enfermedad.

Entre los síntomas más comunes de la diabetes se encuentran la necesidad frecuente de orinar, especialmente por la noche, una sed excesiva, pérdida de peso involuntaria, aumento del hambre, visión borrosa y hormigueo o entumecimiento en manos y pies. Además, es posible experimentar fatiga, úlceras que tardan en cicatrizar y otros problemas de salud relacionados, como complicaciones en la visión o dificultades en la digestión.