La desconocida enfermedad a la que te expones al dar un beso

Los besos son fundamentales en las relaciones amorosas, y la falta de ellos puede indicar una crisis o la falta de amor en la misma. Sin embargo, aunque románticos, pueden ser peligrosos si no conoces el estado de salud de quien se los das y contraer la reconocida "enfermedad del beso".

¿Cuál es la enfermedad del beso?

La mononucleosis, conocida como "enfermedad del beso", es una infección viral causada por el virus de Epstein-Barr, que se transmite principalmente a través de la saliva, aunque también puede contagiarse por sangre o semen. Sus síntomas incluyen fiebre alta, dolor de garganta, fatiga, inflamación de ganglios, pérdida de apetito y, en algunos casos, hinchazón del hígado y dolor abdominal.

Aunque suele ser benigna, acostumbra a durar semanas o incluso meses, y existe un riesgo a largo plazo de desarrollar linfomas agresivos, como el de Burkitt. Adolescentes, adultos jóvenes y deportistas están en mayor riesgo, especialmente debido al posible agrandamiento del bazo durante la enfermedad.

La prevención incluye evitar compartir objetos personales, mantener buena higiene, cuidar el sistema inmunológico y aislarse en caso de presentar síntomas. El tratamiento se centra en reposo, hidratación, analgésicos como paracetamol o ibuprofeno, y evitar actividades físicas intensas. Es fundamental consultar a un profesional de la salud ante los primeros síntomas para un diagnóstico y manejo adecuado.

¿Cómo evitar enfermedades de transmisión sexual?

La prevención de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) incluye el uso de condones de látex o poliuretano en todas las relaciones sexuales, ya sean orales, vaginales o anales, asegurándose de utilizarlos desde el principio hasta el final de la actividad sexual. También se recomienda emplear barreras bucales de látex para reducir el riesgo durante el sexo oral.

En las relaciones, se sugiere combinar el uso de preservativos con otro método anticonceptivo, como la píldora, el DIU, el implante o las inyecciones. Además, la vacunación contra la hepatitis A, B y el virus del papiloma humano (VPH) es fundamental. Para los hombres adultos, la circuncisión puede disminuir hasta en un 60% el riesgo de contraer VIH en relaciones heterosexuales.

Es importante recordar que las ETS no confieren inmunidad, por lo que es posible infectarse en múltiples ocasiones. Por ello, la protección adecuada y constante es esencial para reducir los riesgos.

Además, si quieres conocer más a tu pareja debes prestar atención a la forma de besarte y acariciarte que tenga, ya que si lo hace con los ojos cerrados puede significar una desconexión emocional importante. Aprende a entender los comportamientos del otro para evitarte sufrimiento luego.