La ciencia revela qué es lo primero que olvida una persona que padece de Alzheimer
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A veces, los pequeños olvidos cotidianos pasan desapercibidos. Pero cuando empiezan a repetirse y afectan nuestra rutina, pueden ser señales de algo más profundo. Comprender cómo se manifiesta el Alzheimer en sus primeras etapas es clave para acompañar, detectar a tiempo y, sobre todo, humanizar la experiencia de quienes transitan esta enfermedad silenciosa pero transformadora.
¿Cuáles son los primeros síntomas del Alzheimer?
Según la Asociación del Alzheimer, esta enfermedad avanza de manera progresiva y suele manifestarse a través de una serie de síntomas que afectan principalmente la memoria. Uno de los primeros indicios es el olvido de hechos recientes o información recién aprendida, junto con la dificultad para recordar fechas importantes o realizar tareas que antes se hacían sin ayuda.
A medida que el deterioro avanza, también se presentan problemas para resolver situaciones cotidianas, seguir instrucciones o mantener conversaciones coherentes. Las personas pueden desorientarse con facilidad, tener problemas para comprender imágenes o relaciones espaciales, y colocar objetos fuera de lugar sin poder recordar dónde los dejaron.
Además, puede haber una pérdida de criterio al tomar decisiones, una disminución del interés por actividades habituales y cambios notables en el estado de ánimo o la personalidad, como irritabilidad, ansiedad o desconfianza. Estos síntomas reflejan cómo el Alzheimer no solo afecta la memoria, sino también la vida emocional y funcional de quienes lo padecen.
¿Cómo prevenir el Alzheimer?
Adoptar un estilo de vida saludable es clave para reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer. La actividad física regular mejora la circulación y el funcionamiento cerebral, mientras que una alimentación equilibrada, como la dieta mediterránea, favorece la salud cognitiva.
Mantener la mente activa a través de la lectura, juegos o el aprendizaje constante, así como participar en actividades sociales, fortalece la reserva cognitiva y previene el aislamiento. Además, es fundamental controlar la presión arterial, el colesterol y la diabetes, ya que estos factores están vinculados al deterioro cognitivo.
Dormir bien, evitar el tabaco, manejar el estrés adecuadamente y protegerse de lesiones en la cabeza también contribuyen a cuidar el cerebro. Por último, ante cualquier señal de deterioro en la memoria o en las capacidades mentales, es importante consultar con un profesional lo antes posible.