La cantidad de minutos que debes pasear a tu perro, según la ciencia veterinaria
Pasear a una mascota es una actividad esencial no solo para su bienestar físico, sino también para su salud mental. La duración e intensidad del paseo varían dependiendo de factores como la raza, la edad, el tamaño, la condición física y el nivel de energía del animal.
¿Cuántos minutos pasear a mi mascota?
De acuerdo con especialistas en comportamiento animal, el paseo ideal para la mayoría de los perros debe durar entre 20 y 30 minutos, aunque algunas razas más activas, como los border collies o los labradores, necesitan entre 60 y 90 minutos de ejercicio diario. Los perros más pequeños suelen requerir paseos más cortos, y los cachorros, aunque energéticos, deben hacer caminatas más frecuentes y breves para no afectar sus articulaciones en desarrollo.
En cambio, los perros mayores o con problemas de salud pueden necesitar caminatas más suaves y cortas. Además, el clima también juega un papel importante, ya que en temperaturas extremas se debe ajustar la duración del paseo para evitar problemas como golpes de calor o hipotermia.
Estudios veterinarios han demostrado que el ejercicio regular mejora la salud cardiovascular y física de los perros, además de prevenir comportamientos problemáticos como la ansiedad o la agresividad. Los paseos también fortalecen el vínculo entre el dueño y la mascota, favoreciendo la confianza mutua.
¿Cómo mejorar el comportamiento de mi mascota en sus paseos?
Para mejorar el comportamiento de tu perro durante los paseos, el adiestramiento positivo es clave. Utiliza un tono de voz tranquilo y premia las buenas conductas con golosinas o caricias, reforzando la recompensa de inmediato después de que el perro cumpla con la orden. Es importante repetir los ejercicios hasta que el perro lo entienda bien.
Además, elegir las herramientas adecuadas, como una correa que se adapte a su carácter o un arnés si es muy activo, es esencial. Para perros que tiran de la correa, puedes usar una correa antitirones. Alternar el paseo con momentos de juego y hacer pausas para que el perro explore y haga sus necesidades puede asociar el paseo con una experiencia divertida.
También, mantener al perro estimulado y elegir lugares con pocas distracciones facilitará el entrenamiento. En el caso de los reactivos, es recomendable dejar de exponerlos a los estímulos que les generan estrés y trabajar en su bienestar físico y mental mediante juegos y ejercicios de obediencia para ayudarles a lograr un estado más equilibrado.