Feng Shui: descubre cómo utilizar sal para ahuyentar la mala suerte
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Dentro de la filosofía del Feng Shui, una antigua práctica china enfocada en crear equilibrio y armonía en los espacios, existe un elemento cotidiano que puede convertirse en un gran aliado contra la mala suerte: la sal. Aunque suele pasar desapercibida por su uso habitual en la cocina, esta especia posee, según esta tradición oriental, una poderosa capacidad para transformar la energía de los ambientes.
¿Cómo utilizar la sal en el feng shui?
El Feng Shui sostiene que la sal tiene la cualidad de absorber las energías negativas que se acumulan en el hogar, actuando como un purificador natural. Su presencia ayuda a desbloquear situaciones estancadas, a atraer energías positivas y a generar una sensación de bienestar más general en quienes habitan el lugar.
Este enfoque no solo habla de armonizar el entorno físico, sino también de influir de forma positiva en aspectos emocionales, relacionales y hasta económicos. Para lograr estos efectos, existen diversas formas de utilizar la sal dentro del hogar. Una práctica común es colocar pequeños recipientes con sal en diferentes puntos estratégicos de la casa, especialmente en aquellas zonas donde se percibe una energía densa o incómoda.
Otra técnica consiste en esparcir sal en las esquinas de las habitaciones y retirarla después de un tiempo, como una forma de limpiar el ambiente. También se recomienda disolver sal gruesa en agua y, con la ayuda de un paño, limpiar superficies y suelos, lo que se interpreta como un “reinicio energético” del espacio.
¿Qué tipo de sal utilizar?
En cuanto al tipo de sal más apropiado, el Feng Shui sugiere el uso de sal gruesa o sal marina, ya que por ser menos procesada, conserva mejor sus propiedades energéticas. Sin embargo, también se puede utilizar sal de mesa común siempre que se emplee con una intención clara y consciente, ya que en esta práctica la actitud y la energía con la que se realiza el ritual son tan importantes como el elemento mismo.
Respecto al momento ideal para realizar estas limpiezas energéticas, no hay fechas exactas, pero sí se recomienda hacerlas en momentos clave. Por ejemplo, cuando se vive una etapa de conflictos constantes, una racha de mala suerte, fatiga inexplicable o tras recibir visitas que hayan dejado una atmósfera cargada. También es común recurrir a este tipo de limpieza al comienzo de un mes o año, o justo después de mudarse a un nuevo hogar, para eliminar cualquier energía residual del lugar anterior.
En definitiva, el Feng Shui ofrece una alternativa accesible para quienes buscan mejorar la energía de su hogar sin necesidad de recurrir a soluciones costosas. Usar sal de manera consciente puede ser una forma sencilla pero poderosa de invitar a la buena suerte y al equilibrio energético en la vida diaria.