Expertos en jardinería explican por qué el césped se pone amarillo y qué hacer para solucionarlo
La jardinería es una de las actividades favoritas de muchos alrededor del mundo gracias a su versatilidad y facilidad. Desde las plantas más sencillas de cuidar como los cactus o suculentas que sobreviven sin tantos cuidados, hasta las rosas más delicadas, todas tienen algunos trucos desconocidos, sin embargo, la pregunta más recurrente entre los aficionados a las matas es el motivo , y solución, por la que su césped se vuelve amarillo.
¿Por qué mi césped se pone amarillo?
El césped amarillo es un problema común en los jardines, pero existen soluciones caseras para detener su avance y restaurar su verdor. Las manchas amarillas pueden aparecer por diversas causas. Entre ellas, las altas temperaturas, especialmente al mediodía en zonas áridas, que estresan el césped y lo debilitan.
La falta de riego en ciertas áreas del jardín también es un factor clave, ya que el pasto seco y quebradizo suele surgir en zonas donde el agua no llega bien, especialmente en desniveles. Por otro lado, el exceso de riego puede ser igual de perjudicial, ya que las raíces se asfixian y se pudren, fomentando la aparición de hongos. Además, la falta de luz solar prolongada también contribuye al amarillamiento en zonas con sombra constante.
¿Cómo evitar que mi césped se ponga amarillo?
Para mantener el césped verde y saludable, es fundamental seguir algunas prácticas esenciales. El riego debe ser uniforme y con la cantidad adecuada de agua, evitando tanto el exceso como la escasez, y realizarlo al amanecer o al atardecer para reducir la evaporación. La fertilización también es clave; el nitrógeno es esencial, pero un exceso puede dañar las raíces.
Además, el corte del pasto debe respetar la altura recomendada según la variedad, ya que un corte demasiado bajo lo debilita y lo hace más vulnerable a enfermedades. La luz solar es crucial para el bienestar de cualquiera de tus plantas, así como el control de malezas y plagas, que puede realizarse de manera natural con métodos manuales o repelentes orgánicos.
En caso de áreas amarillas o sin vegetación, la resiembra es una solución efectiva. Finalmente, airear el terreno, especialmente al final del verano y del invierno, permite que las raíces respiren mejor y evita la compactación del suelo causada por el tránsito constante o la acumulación de materia muerta.
Por último, si tu lucha contra el césped terminó y quieres darte por vencida, hay otras alternativas como las plantas cubresuelos que podrán sacarte de cualquier aprieto, Descubre, y enamórate, de las maravillas que te ofrece la jardinería.