Esto es lo que debes hacer al momento de lavar tu cabello para que dure limpio más días, según experta en belleza

Cuando el cabello comienza a engrasarse con más rapidez y pierde su aspecto limpio, puede ser frustrante, sobre todo cuando se siguen los mismos hábitos de cuidado capilar. Este problema no siempre se debe a una mala higiene, sino que factores como la acumulación de productos de peinado, la contaminación y el contacto frecuente con las manos pueden ensuciar el cuero cabelludo.

¿Cómo lograr que mi cabello dure más tiempo limpio?

Además, los cambios estacionales, especialmente en verano, pueden debilitar el cabello debido a la exposición al sol, el calor, la sal y el cloro, lo que exige ajustes en la rutina de lavado. La duración del cabello limpio varía según su tipo. El cabello ondulado, por ejemplo, suele ensuciarse con mayor facilidad debido a su baja porosidad, lo que impide la correcta absorción de productos.

Aunque lavar el cabello con frecuencia no es perjudicial, es clave utilizar productos adecuados. Para el cabello graso, se recomienda el uso ocasional de champús con sulfatos para una limpieza profunda, mientras que el cabello seco necesita productos suaves con ingredientes hidratantes.

Existen errores comunes que pueden hacer que el cabello se ensucie más rápido, como el uso excesivo de productos de peinado, el lavado con agua muy caliente, frotar el cuero cabelludo en círculos o no emplear los productos adecuados según el tipo de cabello. Elegir un champú adaptado a las necesidades del cuero cabelludo, ya sea sensible, seco o graso, es fundamental para prolongar la sensación de limpieza y mantener un aspecto saludable.

¿Qué hacer si tengo mi cabello muy reseco?

Para mejorar la hidratación del cabello reseco, es fundamental utilizar productos específicos, reducir la frecuencia de lavado y aplicar mascarillas nutritivas. Se recomienda optar por un champú suave o sin sulfatos y complementar con un acondicionador diario, dejando una pequeña cantidad en las puntas para mantener la hidratación.

Además, el uso de acondicionadores profundos una vez a la semana y mascarillas hidratantes una o dos veces por semana puede ayudar a restaurar la suavidad y el brillo del cabello. Aplicar aceites capilares también contribuye a nutrir y proteger la fibra capilar. Para evitar que el cabello se reseque aún más, es importante reducir la frecuencia de lavado y utilizar agua tibia en lugar de caliente, ya que las temperaturas elevadas pueden eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo.

Asimismo, las mascarillas naturales, como las de miel o aloe vera, son una excelente opción. Mezclas caseras reconocidad en el mundo de la belleza, con ingredientes como aceite de coco, miel y unas gotas de aceite de lavanda pueden aplicarse en las puntas y dejarse actuar entre 35 y 40 minutos antes de enjuagar con agua tibia o fría.