Este es el sérum que debes utilizar en el rostro según tu tipo de piel
Cada tipo de piel requiere cuidados específicos, por lo que es fundamental conocer el propio antes de elegir un sérum. Para identificarlo, se recomienda lavar el rostro con un limpiador suave, esperar 30 minutos sin aplicar ningún producto y observar sus características.
¿Cómo saber qué tipo de sérum usar?
La piel seca suele sentirse tirante y presentar descamación; la piel normal es equilibrada, sin exceso de grasa ni poros dilatados; la piel grasa se distingue por un brillo excesivo y la presencia de espinillas o puntos negros; la piel mixta combina una zona T grasa con mejillas más secas; mientras que la piel sensible tiende a enrojecerse e irritarse fácilmente.
En función del tipo de piel, se pueden elegir diferentes sérums. El de Vitamina C, gracias a su poder antioxidante y su capacidad para estimular la producción de colágeno, es ideal para pieles normales, mixtas y con manchas. El de Ácido Hialurónico proporciona una hidratación profunda y es especialmente beneficioso para piel seca y sensible. La Niacinamida ayuda a regular la producción de grasa y reduce la hiperpigmentación, lo que lo convierte en una excelente opción para pieles mixtas y grasas con tendencia a imperfecciones.
Por su parte, el Retinol es ideal para pieles maduras, ya que mejora la textura y el tono de la piel, combatiendo los signos del envejecimiento.
Si bien es posible combinar algunos sérums en la rutina de cuidado facial, no se recomienda usar al mismo tiempo el de Vitamina C y el de Retinol, aunque sí pueden aplicarse en distintos momentos del día, como Vitamina C en la mañana y Retinol en la noche. En cambio, el Retinol y la Niacinamida pueden utilizarse juntos sin problema, y el Ácido Hialurónico es compatible con cualquiera de los otros.
¿Cuáles son los beneficios de tener una rutina de skincare?
Seguir una rutina de skincare es fundamental para mantener la piel saludable y tratar problemas específicos, además de prevenir el envejecimiento prematuro. Entre sus beneficios, ayuda a reducir el exceso de grasa, evitando la aparición de acné y puntos negros, mientras que una limpieza adecuada y el uso de productos antiedad contribuyen a retrasar la formación de arrugas.
También proporciona hidratación, lo que previene las líneas de expresión y mejora el aspecto general de la piel. Además, protege contra el daño solar, las imperfecciones y la hiperpigmentación, permitiendo que la piel respire mejor y active sus defensas naturales.
La exfoliación dentro de la rutina ayuda a eliminar impurezas y células muertas, evitando la obstrucción de los poros, y contribuye a unificar la pigmentación. Para obtener los mejores resultados, es recomendable establecer una rutina diaria, utilizar productos adecuados según el tipo de piel, limpiarla dos veces al día, mantenerla hidratada y protegerla de la radiación solar.
