En simples pasos, prepara el pan de masa madre con estos consejos panaderos
Preparar pan de masa madre en casa puede parecer complicado, pero con algo de tiempo y los tips adecuados, conseguirás un pan delicioso, lleno de sabor y con grandes beneficios para tu bienestar. Este pan artesanal, famoso por su textura esponjosa y su corteza crujiente, se hace a partir de un fermento natural que cualquiera puede preparar. Aquí te mostramos cómo hacerlo paso a paso para que disfrutes de la experiencia desde el principio.
Crea tu propia masa madre desde cero: el corazón del pan artesanal
Para comenzar a hacer pan de masa madre, lo primero es crear el fermento natural, el cual es clave para su sabor y consistencia. Este fermento, que se hace con agua y harina, se llama masa madre y es capaz de atraer las levaduras y bacterias que están en el aire, las cuales permiten que la masa fermente correctamente. Ahora te mostramos cómo prepararlo:
- Prepara el inicio: En un recipiente limpio (mejor si es de vidrio), agrega 100 gramos de harina integral y 100 mililitros de agua a temperatura ambiente. Remueve hasta conseguir una mezcla suave y sin grumos.
- Deja que fermente: Coloca un paño limpio sobre el recipiente o usa una tapa que permita que el aire entre. Deja que la mezcla repose durante 24 horas en un lugar cálido, asegurándote de que esté lejos de corrientes de aire.
- Alimenta tu masa madre: Pasadas las primeras 24 horas, incorpora 100 gramos adicionales de harina y 100 mililitros de agua, mezclando bien. Haz este procedimiento de alimentación cada día durante un periodo de 5 a 7 días. A lo largo de estos días, verás burbujas y un suave olor ácido, lo que indica que tu masa madre está en proceso y lista para utilizarse.
Pasos para un pan de masa madre perfecto
Ahora que tienes tu fermento listo, es hora de poner las manos en la masa. Aquí tienes una receta sencilla y consejos prácticos para obtener un pan delicioso:
- Combina 500 gramos de harina (puedes usar harina blanca, integral o una combinación de ambas), 10 gramos de sal, 100 gramos de masa madre activa y 300 mililitros de agua. Amasa bien la mezcla hasta que consigas una masa suave y flexible. Si ves que está demasiado pegajosa, puedes agregar un poco más de harina, pero con cuidado de no poner demasiada para mantener la humedad propia del pan de masa madre.
- Cuando la masa esté preparada, déjala descansar por 30 minutos. Este proceso, llamado autólisis, ayuda a que el gluten se vuelva más elástico, haciendo que el siguiente amasado sea más fácil.
- Trabaja la masa por 10 a 15 minutos, o si prefieres algo más sencillo, puedes optar por el método de pliegues, doblando la masa sobre sí misma cada 15 minutos para reducir el esfuerzo.
- Pon la masa en un bol grande, cúbrela con un trapo mojado y deja que repose durante 4 horas a temperatura ambiente. Si prefieres un sabor más intenso, métela en la nevera y deja que fermente de forma lenta durante toda la noche.
- Da forma a tu pan y ponlo en un molde o bandeja. Enciende el horno a 220°C, idealmente colocando un recipiente con agua en la parte inferior para crear vapor, lo que contribuirá a obtener una corteza crujiente. Cocina durante 30-40 minutos hasta que el pan esté dorado y suene vacío al golpear la parte inferior.