El truco definitivo para limpiar tu ventilador sin gastar dinero y en pocos pasos

Mantén tu ventilador impecable todo el año y úsalo en cualquier momento.
El truco definitivo para limpiar tu ventilador sin gastar dinero y en pocos pasos
Consigue que tu ventilador parezca recién comprado con este truco. Foto: Canva
miércoles, 22 de enero de 2025

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Mantener el ventilador limpio es fundamental para garantizar un ambiente saludable, especialmente durante los días de calor intenso. La acumulación de polvo y suciedad no solo disminuye la eficiencia del aparato, sino que también afecta la calidad del aire.


¿Cómo limpiar el ventilador?


Para solucionar este problema, existe un método casero y práctico que utiliza una mezcla de agua caliente, detergente, bicarbonato de sodio y vinagre.


Este procedimiento permite limpiar el ventilador de manera rápida, devolviéndole su aspecto original y asegurando un óptimo funcionamiento.

El proceso comienza añadiendo 150 mililitros de agua caliente a un atomizador, seguido de detergente, vinagre de alcohol y bicarbonato de sodio. Una vez que todos los ingredientes se integren al agitar la mezcla, se procede a la limpieza.


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La solución se rocía sobre las aspas y las rejillas del ventilador, asegurándose de cubrir todas las áreas. Luego, se cubre el ventilador con una bolsa de plástico grande, sellándola para evitar fugas. Al encender el ventilador, el movimiento facilita la eliminación de la suciedad adherida. Tras unos minutos en funcionamiento, el ventilador queda limpio y libre de residuos.


Este método tiene varias ventajas: no requiere desmontar el ventilador, lo que ahorra tiempo y evita el riesgo de dañar piezas. Es económico y práctico, ya que emplea ingredientes comunes; y garantiza una limpieza completa gracias a la acción combinada del bicarbonato, el vinagre y el detergente.


¿Cómo alargar la vida útil de mi ventilador?


Para prolongar la vida útil de un ventilador, es importante realizar un mantenimiento regular que incluya limpieza, lubricación y revisión de piezas. Asear frecuentemente las aspas y la rejilla, desmontando las partes necesarias para facilitar el acceso, ayuda a evitar la acumulación de polvo y suciedad. También es recomendable usar un cepillo o brocha para retirar el polvo del motor, así como limpiar el poste y la base del aparato.


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La lubricación es otro aspecto clave, especialmente si el ventilador cuenta con rodamientos, los cuales deben ser lubricados cada seis meses para garantizar un funcionamiento óptimo. En caso de que alguna pieza se dañe o deje de funcionar, es mejor reemplazarla en lugar de desechar todo el aparato.


Esto incluye cables dañados, que deben ser sustituidos de inmediato para evitar riesgos. El ambiente en el que se utiliza el ventilador también influye en su durabilidad. En lugares húmedos o sucios, la vida útil de tu ventilador puede ser más corta, por lo que el mantenimiento adquiere aún mayor relevancia en esas condiciones.

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