El truco de jardinería infalible para reproducir lavanda por esqueje
La lavanda es una planta codiciada por su aroma satisfactorio que nos genera placer y bienestar. De hecho, es una de las especies más utilizadas en aromaterapia. Además, este ejemplar se caracteriza por su fuerte color, el cual decora cualquier rincón del hogar o del jardín. Por lo tanto, si tienes una sola especie te recomendamos propagarla y así multiplicar tus beneficios.
Para reproducir la lavanda existe un truco fantástico, desarrollado por expertos en jardinería. El mismo consiste en hacer este trabajo por esquejes. Para ello, lo único que necesitas es una planta madre a la que se puedan cortar algunos esquejes y un poco de agua.
¿Cómo reproducir la lavanda?
Si tienes estas dos cosas, podrás iniciar la tarea de jardinería que no demandará mucho trabajo. El primer paso consistirá en cortar un par de tallos sanos de la planta madre, asegurándote de que tenga al menos dos hojas, lo cual servirá de esquejes.
Para hacer esto debes asegurarte que las tijeras que vas a ocupar estén completamente limpias y desinfectadas, ya que, caso contrario, la lavanda podría enfermarse y morirse rápidamente.
A continuación, llenar un vaso o una jarra con agua limpia y colocar los esquejes en el agua. Deberán quedar sumergidos al menos dos nudos de cada tallo. Después, dejar el recipiente en un lugar luminoso, pero en donde la luz del sol llegue de forma indirecta, puede ser detrás de una ventana.
Mientras se forman las raíces en los esquejes no olvides cambiar el agua con frecuencia para evitar que se formen bacterias. Incluso, si lo deseas, puedes añadir un chorrito de vinagre al agua para combatir la formación de estos microorganismos.
En 14 días verás cómo los esquejes de lavanda ya tienen raíces. Cuando tengan una longitud de 3 centímetros podrás trasplantar el esqueje a una maceta con tierra. Luego regar cada 4 días, evitando encharcar la planta.