El secreto de especialistas para podar la lavanda y hacer que estalle de flores
Si en el jardín tienes una lavanda, hoy te contaremos cómo es el método correcto para podarla y hacer que florezca con mayor fuerza. Este truco de jardinería es fácil de lograr, siempre y cuando sigas las sugerencias de profesionales en el rubro que ayudarán a que el trabajo sea próspero.
¿Cómo podar una lavanda?
Si deseas que la lavanda se propague con facilidad y tenga un delicioso aroma, tienes que evitar que se vuelva leñosa. En el caso de que no hagas esta poda, tu planta se va a ver fea y le restará su poder ornamental que tanto la caracteriza. Además, los frutos no van a ser abundantes como antes y lo primero que vas a pensar es en quitarla y plantar una nueva.
Especialistas del rubro indican que estos troncos leñosos de la lavanda, una vez que florecen, no vuelven a brindar más flores. En consecuencia, tendrás que quitarlos para darle mayor fuerza a la planta y que otras ramas exhiban flores radiantes.
Para podar esta planta, lo que debes hacer es cortar 5 centímetros por encima de la parte marrón, siempre al finalizar el verano. De esta manera, la lavanda se va a preparar mucho mejor para enfrentar el otoño y luego el invierno y seguirá creciendo con fuerza.
¿Qué cuidados necesita una lavanda?
Además de la poda, si tienes una lavanda deberás suministrarle estos cuidados de jardinería para que estalle de flores:
- Iluminación. La lavanda ama el sol. Necesita al menos 6 horas de luz solar directa al día. Un lugar soleado en tu jardín o balcón será perfecto.
- Riego. La lavanda es resistente a la sequía, pero no al encharcamiento. Riega cuando la tierra esté seca al tacto, evitando mojar las hojas y flores.
- Suelo. El suelo debe ser ligero, arenoso y con buen drenaje para evitar la pudrición de las raíces.