El secreto de especialistas para cultivar lavanda en maceta y tener una planta frondosa

La lavanda es una planta muy apreciada por su característico color y su agradable fragancia, además de ser fácil de cultivar si se siguen los pasos adecuados. Según expertos en jardinería, la mejor época para sembrar sus semillas en maceta es la primavera, ya que en esta estación la planta recibe la cantidad de calor y luz solar necesarios para su correcto crecimiento.

¿Cómo cuidar mi planta de lavanda?

Para comenzar el proceso, se recomienda utilizar una maceta con sustrato universal, humedecer la tierra sin encharcarla y distribuir las semillas dejando un pequeño espacio entre ellas para evitar la competencia. Un truco útil para seleccionar las semillas en mejores condiciones es sumergirlas en un vaso con agua durante 24 horas; aquellas que se hundan serán las más aptas para la germinación.

Una vez sembradas, deben cubrirse con una fina capa de sustrato y humedecerse con un pulverizador. Es importante colocar la maceta en un lugar con buena iluminación, pero evitando las horas de sol más intensas. En pocas semanas, comenzarán a aparecer los primeros brotes.

Cuando la planta haya crecido, es fundamental regarla únicamente cuando el sustrato esté seco, evitando el exceso de agua que podría dañarla.

Para su óptimo desarrollo, la lavanda debe recibir al menos seis horas diarias de luz solar y es recomendable aportarle nutrientes como potasio para fortalecerla. Además, la poda regular es esencial para mantener su frondosidad y estimular una floración abundante. Con estos cuidados, la lavanda crecerá saludable y podrá embellecer cualquier espacio con su aroma y belleza natural.

¿Cuáles son los beneficios de la jardinería?

La jardinería es una actividad que aporta múltiples beneficios tanto para la salud física como mental, además de ser una práctica económica y familiar. En el aspecto físico, ayuda a fortalecer los huesos, contribuye a la pérdida de peso y mejora la salud general, al mismo tiempo que reduce la presión arterial y la tensión muscular.

A nivel mental, disminuye el estrés, la ansiedad y la depresión, mejora el estado de ánimo, estimula la cognición y favorece la relajación, permitiendo dejar atrás preocupaciones. También fomenta el respeto por otros seres vivos y el aprecio por la naturaleza.

Además, la jardinería promueve la socialización, genera una sensación de logro y embellece el hogar, al tiempo que previene accidentes y reduce la presencia de fauna nociva y enfermedades asociadas. Finalmente, permite aprovechar los beneficios de cultivar frutas, verduras y hierbas nutritivas para el consumo familiar.