El nutriente antioxidante que cuida la salud de los ojos y previene cataratas
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El conocido refrán “una manzana al día mantiene al doctor en la lejanía” refleja cómo una buena alimentación puede ser clave para mantener la salud. Aunque los alimentos no sustituyen el diagnóstico médico, ciertos nutrientes contribuyen al bienestar físico y mental.
¿Cómo cuidar la salud de tus ojos?
Uno de ellos es la luteína, un pigmento natural de tipo carotenoide con propiedades antioxidantes, conocido por sus beneficios para la salud ocular. Este compuesto actúa como un filtro de luz que protege los ojos de los daños solares y ayuda a prevenir enfermedades visuales como las cataratas o la pérdida de visión nocturna.
Estudios han demostrado que una dieta rica en luteína y zeaxantina, otro carotenoide, se asocia con un menor riesgo de intervenciones por cataratas. Este nutriente se encuentra especialmente en vegetales de hoja verde como espinacas, col, brócoli, y también en guisantes, pimientos y la yema de huevo.
Como es liposoluble, su absorción mejora si se consume con grasas saludables como el aguacate o el aceite de oliva. Aunque se puede obtener a través de la dieta, en algunos casos se recomienda suplementarlo, siempre bajo supervisión médica. Aun así, la luteína no debe verse como una solución única para las enfermedades de la vista, sino como parte de una dieta equilibrada que contribuya al cuidado ocular.
¿Cómo evitar que mis ojos se resequen?
Para prevenir la sequedad ocular, es fundamental adoptar una serie de hábitos que ayuden a mantener la hidratación y proteger los ojos frente a factores ambientales. Parpadear con frecuencia, especialmente al utilizar dispositivos electrónicos, es clave para evitar la evaporación de las lágrimas. También es útil aplicar lágrimas artificiales y, en casos necesarios, recurrir a tapones lagrimales que ayudan a conservar la humedad en el ojo.
Conviene evitar la exposición al humo del tabaco y a ambientes con aire acondicionado o calefacción excesivos, ya que pueden secar el aire. Hacer pausas regulares durante el uso prolongado de pantallas también resulta beneficioso. Además, el uso de gafas de sol que bloqueen los rayos UV y protejan del viento ayuda a cuidar la superficie de tu ojo. En casa, se recomienda emplear un humidificador para evitar que el ambiente se vuelva demasiado seco.
Mantenerse bien hidratado, con un consumo de entre 8 y 10 vasos de agua diarios, dormir entre 7 y 8 horas por noche y realizar una limpieza suave de los párpados con agua tibia y jabón suave también son medidas efectivas. Aplicar compresas tibias sobre los ojos cerrados puede proporcionar alivio. Por otro lado, la ingesta de suplementos como omega-3 y zinc puede contribuir a reducir la inflamación y reforzar el sistema inmunológico.