El método correcto para guardar las papas y que no se pudran con facilidad
Mantener frutas y verduras frescas por mucho tiempo es lo que todos queremos al comprarlas, sobre todo si tenemos horarios complicados a la hora de sentarnos en la mesa, o estamos en permanentes reuniones donde cocinar es la última opción. En este contexto, aprender a darle un buen almacenamiento a la papa es crucial, ya que muchos trucos fallan con este tubérculo y muchas veces debemos desecharlo.
¿Cómo almacenar una papa?
La conservación adecuada de alimentos frescos es crucial para evitar el desperdicio y mantener su calidad, especialmente en el caso de las papas, que requieren cuidados específicos debido a su susceptibilidad a brotes, pudrición y cambios en su textura y sabor. Aunque las papas crudas duran entre una semana y dos meses a temperatura ambiente, su vida útil puede extenderse hasta seis meses con un almacenamiento correcto, que debe ser en un lugar oscuro, fresco y seco.
Las papas de piel gruesa, como las russet, son más resistentes que las de piel fina, como las rojas, que se deterioran más rápido. Es importante evitar la refrigeración, ya que transforma el almidón en azúcar, alterando su sabor y textura. Se recomienda almacenarlas en bolsas de papel o arpillera para permitir la ventilación.
Además, deben mantenerse alejadas de otros productos como cebollas y manzanas, que aceleran su deterioro al emitir etileno. Otros alimentos, como cebollas, ajos, bananas y zanahorias, también requieren condiciones de almacenamiento especiales para preservar su frescura.
¿Que beneficios tiene la papa?
La papa es un alimento muy beneficioso para la salud, ya que aporta energía, proteínas, fibra, antioxidantes y diversos micronutrientes esenciales. Su contenido de calcio y fósforo contribuye al fortalecimiento de huesos y dientes, mientras que la vitamina C ayuda a reforzar el sistema inmunológico y a producir colágeno. Además, su aporte de potasio puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, y la fibra que contiene mejora la digestión y previene el estreñimiento.
El almidón resistente presente en la papa actúa como un prebiótico que favorece la salud intestinal al alimentar las bacterias beneficiosas del intestino. También tiene propiedades antiinflamatorias, ya que su jugo puede aliviar irritaciones y quemaduras en la piel. Gracias a su contenido de fenoles, este tubérculo es un poderoso antioxidante que puede ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer.
Otro de sus usos destacados es en la cicatrización de heridas, ya que colocar un trozo de papa sobre una lesión puede acelerar el proceso de curación. Además de sus propiedades nutritivas, es un alimento versátil y saciante que puede prepararse de muchas maneras, adaptándose a diferentes tipos de dieta y preferencias culinarias.
Por si esto no fuera poco, también sirve para adivinar nuestro futuro y hacer limpiezas energéticas. Como ya pudimos ver. incrementar papa en nuestros hogares y almacenarlos de manera correcta tiene mas de un beneficio que seguro nos ayudará a mejorar nuestra vida.