El ingrediente que debes agregar a tu lavadora para que las toallas queden suaves y esponjosas
Con el paso de los lavados y el propio uso, las toallas quedan duras, al punto tal de raspar nuestra piel y lastimarla. Esto tiene dos soluciones: comprar toallas nuevas o agregar unas gotas de limón a la lavadora para ablandar las fibras y darle esponjosidad a la tela.
Profesionales cuentan que, aunque parezca contradictorio, la acumulación de detergente o suavizante en las fibras hará que la tela de las toallas se endurezca, debido a que la tela no puede respirar y se hace menos absorbente y más áspera.
En consecuencia, el limón será el aliado perfecto para combatir este problema y devolverle la vida a tus toallas. La explicación de científicos radica en que el ácido cítrico de su jugo ayuda a descomponer los residuos acumulados de detergente y jabón. Además, neutraliza los olores atrapados en las fibras, dejando las toallas con un aroma fresco y natural. En la misma línea, ayuda a acabar con los residuos que obstruyen las fibras, haciendo que las toallas recuperan su capacidad de absorber agua de manera más eficiente.
¿Cómo revivir las toallas viejas y que queden suaves?
Para este truco hogareño necesitarás encender la lavadora y colocarla en un ciclo de lavado normal. Evita añadir suavizante de telas, ya que este puede empeorar la acumulación de residuos. Una vez terminado el ciclo de lavado, programar un ciclo de enjuague adicional. En este paso, agregar 60 ml de jugo de limón al cajón del detergente antes de iniciar el enjuague. Esto permitirá que el ácido cítrico actúe sobre las fibras.
Además, profesionales indican que, para mantener la esponjosidad de las fibras de la toalla, el secado es clave. Si utilizas la secadora, tienes que elegir una temperatura baja y considerar el uso de bolas de secado para evitar que las fibras se apelmacen. Si prefieres secarlas al aire libre, evita exponerlas al sol durante más de un día porque se endurecerán nuevamente.