El grave daño que le causas a la salud si limpias tu casa a diario
Mantener el hogar limpio es esencial no solo por cuestiones estéticas, sino también por higiene, aunque los expertos advierten que la limpieza excesiva puede ser perjudicial. Por eso, es importante crear una rutina saludable y comenzar a ordenar mejor la manera en la que comenzarás a desinfectar.
¿Por qué limpiar afecta mi salud?
El cuerpo humano, incluyendo la piel y los órganos internos, contiene bacterias que son necesarias para activar el sistema inmunológico y promover su funcionamiento adecuado. El microbioma humano, que se forma a partir de factores como el entorno, los alimentos, y los microorganismos presentes en el hogar, está relacionado con la salud del cuerpo.
Un exceso de limpieza, especialmente mediante el uso constante de productos antimicrobianos, puede desregular este equilibrio, impidiendo que el sistema inmune se exponga de manera adecuada a microorganismos inofensivos. Esto puede debilitar las defensas y dificultar la respuesta inmunológica frente a ciertos alérgenos o sustancias.
Aunque la higiene es importante para evitar bacterias dañinas, un enfoque excesivo puede aumentar la resistencia de los microorganismos y afectar negativamente al sistema inmunológico. Esto logra que las personas sean más vulnerables a enfermedades.
¿Cómo armar una buena, y saludable, rutina de limpieza en mi hogar?
Para mantener una rutina de limpieza saludable en tu hogar, es útil organizar las tareas en diarias, semanales y de desinfección. Las tareas diarias incluyen limpiar el lavamanos y el espejo del baño, la ducha y la bañera, así como los mesones de la cocina, el fregadero, la estufa y las sillas de la cocina y el comedor.
También es importante barrer y limpiar el piso de la cocina, hacer la cama, recoger la ropa del día y vaciar el cubo de basura. Las tareas semanales consisten en limpiar el polvo de superficies como mesas, estanterías y mesitas de noche, además de limpiar espejos y vidrios, electrodomésticos y lavar la ropa.
Las tareas de desinfección requieren que se desinfecten áreas clave como el inodoro, lavabo, ducha y espejos, utilizando desinfectantes que no dañen las superficies. Además, es fundamental ventilar la casa varias veces al día para evitar ambientes cargados y la proliferación de gérmenes.