El desconocido significado de tener la casa siempre limpia, según la psicología
Hay muchos hábitos, como hablar solos, por ejemplo, que creemos son normales, aunque tienen explicación según la psicología y muchos no lo sabían. Otro muy común, aunque a veces se deja mucho más al descubierto, es la obsesión por mantener intacta la limpieza del hogar y todos los objetos que se encuentren allí.
¿Qué significa tener la casa siempre limpia?
Mantener nuestro hogar limpio no solo tiene un impacto estético, sino que también refleja aspectos importantes de la personalidad y puede influir en la salud mental. Según explican muchos psicólogos, este hábito, cuando no se lleva al extremo, está asociado con personas disciplinadas que buscan controlar su entorno para obtener estabilidad y seguridad.
Sin embargo, la obsesión por la limpieza puede estar relacionada con la ansiedad y el perfeccionismo, ya que algunas personas utilizan esta actividad para controlar pensamientos o evadir problemas. Además, el orden en el hogar en niveles normales es un reflejo de claridad mental y autodisciplina, mostrando cómo alguien organiza y resuelve situaciones. Aunque estos patrones pueden tener beneficios, un exceso en la limpieza puede derivar en trastornos como estrés o ansiedad.
Por ello, los especialistas recomiendan buscar un equilibrio y, si se presentan comportamientos rígidos e inflexibles, consultar a un profesional de la salud mental para abordar las causas subyacentes. En general, aunque ordenar y limpiar puede empoderar y aliviar tensiones, es crucial mantener la calma y no permitir que este hábito interfiera con el bienestar emocional.
¿Cómo saber si una persona tiene TOC?
Los pensamientos obsesivos son ideas, impulsos o imágenes recurrentes que generan ansiedad, como el miedo a los gérmenes, preocupaciones sobre temas prohibidos relacionados con religión o sexo, o una necesidad extrema de orden. Estas obsesiones suelen ir acompañadas de comportamientos compulsivos.
Estamos hablando de acciones realizadas para aliviar la ansiedad, como comprobar repetidamente cerraduras, electrodomésticos o el bienestar de seres queridos, repetir palabras o acciones sin sentido, o dedicar excesivo tiempo a limpiar. Tanto los pensamientos como los comportamientos pueden consumir más de una hora al día y son difíciles de controlar, interfiriendo significativamente en la vida diaria. Para diagnosticar el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), se emplea comúnmente la escala Yale-Brown de Obsesiones y Compulsiones (Y-BOCS).
Otro comportamiento que vemos mucho cuando somos padres y que la psicología explica fácilmente es por qué nuestros niños tienen la necesidad de estar siempre con sus abuelos. Tener conocimiento y entender estos comportamientos nos ayudará a lograr una crianza amorosa y mucho más pedagógica.