Dónde guardar las nueces para que conserven su sabor por más tiempo
Las nueces son un snack delicioso y, además, ofrecen muchos beneficios para la salud. Pero, ¿sabías que el modo en que las guardas puede influir en su sabor y frescura? Al ser ricas en grasas saludables, las nueces pueden volverse rancias rápidamente si no se almacenan de manera adecuada. A continuación, te damos algunos consejos sencillos para mantenerlas frescas y sabrosas por más tiempo.
El lugar adecuado para almacenarlas
El primer aspecto a tener en cuenta al almacenar nueces es evitar lugares cálidos y con mucha humedad. El calor y la luz directa pueden acelerar la oxidación de sus aceites naturales, lo que puede cambiar su sabor y propiedades nutricionales. Por eso, es recomendable elegir un sitio fresco y seco, como una alacena que esté alejada de la luz directa.
Es importante usar un recipiente que cierre bien para evitar que el aire entre en contacto con las nueces, ya que el oxígeno también puede hacer que se estropeen. Si no tienes un recipiente adecuado, las bolsas de papel o las bolsas plásticas con cierre hermético son opciones viables, pero debes asegurarte de que queden completamente selladas para que no se filtre la humedad.
¿Es necesario refrigerarlas?
Muchas personas suelen poner las nueces en el refrigerador, pensando que este es el mejor lugar para que se mantengan frescas por más tiempo. No obstante, la refrigeración no siempre es la opción ideal. Aunque el frío puede alargar su conservación, la humedad que suele haber en la nevera puede hacer que las nueces se pongan blandas y pierdan su sabor.
Lo importante es encontrar un punto medio. Si vives en una zona calurosa o húmeda, puede ser útil meterlas en la nevera, pero asegúrate de que las nueces estén completamente secas antes de guardarlas allí. Además, cuando las saques del frío, es recomendable dejarlas un rato fuera a temperatura ambiente para que no absorban humedad al ser retiradas del refrigerador.
Si tienes muchas nueces y deseas conservarlas por más tiempo, puedes optar por congelarlas. Solo colócalas en un recipiente o bolsa especial para congelar, bien cerrada, y guárdalas en el congelador. Este método puede mantenerlas frescas durante varios meses sin perder su sabor. Solo recuerda dejarlas descongelar a temperatura ambiente antes de comerlas, para que no se humedezcan. Siguiendo estos simples pasos, podrás disfrutar de nueces frescas y sabrosas cuando las necesites, sin que pierdan sus cualidades ni su delicioso sabor.