Dile adiós a las manchas amarillas de las almohadas con este simple y efectivo truco
Un estudio de Amerisleep reveló que las almohadas pueden albergar hasta 3 millones de bacterias, lo que supera ampliamente la cantidad de microorganismos presentes en un inodoro. Por ello, mantenerlas limpias es esencial para prevenir problemas de salud y garantizar la higiene del hogar.
¿Cómo quitar las manchas de mi almohada?
Aunque existen diversas formas de limpiarlas, un método casero y económico utiliza bicarbonato de sodio y vinagre blanco para eliminar manchas amarillas y malos olores de manera efectiva. El proceso consiste en retirar las fundas, aplicar bicarbonato sobre ambos lados de la almohada, rociar una mezcla de agua y vinagre, dejar actuar, y luego retirar los residuos.
Finalmente, se recomienda exponer las almohadas al sol para eliminar olores y humedad. Los expertos sugieren lavarlas de dos a tres veces al año, aunque esto puede variar según factores como el uso de fundas protectoras o la presencia de mascotas. Asimismo, las fundas de las almohadas y la ropa de cama deben cambiarse semanalmente para reducir la acumulación de ácaros y mantener un entorno limpio. Sacudir las fundas diariamente también ayuda a prolongar su frescura entre lavados.
Además, elegir una almohada adecuada es clave para una buena calidad de sueño. Una almohada ideal debe ofrecer comodidad, soporte para mantener la curvatura cervical y regulación térmica para evitar sudoración. Las del tipo ortopédicas son altamente recomendadas, ya que proporcionan el soporte necesario y cumplen con estos criterios, contribuyendo a un descanso saludable.
¿Cómo alargar la vida útil de mi almohada?
Para prolongar la vida útil de una almohada, es importante seguir ciertos cuidados. Lavarla según las indicaciones del fabricante, ya sea a mano o en lavadora, ayuda a mantenerla limpia. Usar una funda protectora evita la acumulación de ácaros y malos olores, mientras que ventilarla diariamente y esponjarla permite que recupere su forma y esponjosidad.
También es recomendable aspirarla para eliminar polvo y células muertas, y guardarla en un lugar fresco y seco, lejos de la humedad o líquidos. Es fundamental evitar doblarla ya que esto podría dañarla. Finalmente, ventilar la habitación antes de hacer la cama contribuye a evitar la proliferación de bacterias, favoreciendo un entorno más saludable, recuerda que el correcto descanso es muy necesario para cuidar tu cuerpo y salud.