Cómo utilizar bicarbonato de sodio para limpiar el colchón y eliminar plagas

El colchón, al ser uno de los elementos del hogar que acumula más polvo y microorganismos con el tiempo, puede ser un foco de alergias, especialmente debido a los ácaros. Afortunadamente, hay un método sencillo y económico para limpiarlo sin recurrir a productos costosos.

¿Cómo limpiar mi colchón con bicarbonato de sodio?

El bicarbonato de sodio es ideal para desinfectar el colchón debido a sus propiedades antibacterianas, desodorizantes y su capacidad para absorber la humedad. Para una limpieza profunda, se debe comenzar aspirando bien la superficie para eliminar el polvo y restos de piel.

Luego, se espolvorea bicarbonato de sodio por ambos lados del colchón y se deja actuar entre 30 minutos a una hora. Después, con un cepillo de cerdas suaves, se frota para que el bicarbonato penetre en las fibras, y finalmente se aspira para retirar el excedente y las impurezas absorbidas.

Este proceso no solo elimina los ácaros y reduce los malos olores, sino que también ayuda a prolongar la vida útil del colchón y a mantener un ambiente más saludable para dormir. Repetir este procedimiento una vez al mes y mantener una buena ventilación en el dormitorio optimiza los resultados.

¿Cómo evitar que mi colchón se arruine?

Para cuidar y prolongar la vida útil de tu colchón, es importante tomar algunas precauciones. Voltearlo y girarlo cada 6 meses ayuda a redistribuir el desgaste y nivelar las zonas hundidas. Además, usar una funda protectora impermeable y transpirable previene que el colchón acumule polvo y suciedad.

Es clave elegir una base o somier adecuada según el material del colchón, ya que, por ejemplo, los de látex requieren una base que favorezca la transpiración. También es recomendable airear la cama y la habitación cada mañana durante unos 20 o 30 minutos y aspirar el colchón una vez al mes con un accesorio para tapicerías. Por último, es importante evitar saltar sobre el colchón o aplicar demasiado peso en los bordes, lo que puede dañarlo.

Por otro lado, para mantener en buen estado tu almohada, es fundamental seguir algunos cuidados específicos. Debes lavarla con agua fría y detergente suave, evitando frotarla o remojarla por demasiado tiempo. Si es de fibra, puedes secarla al aire libre o en secadora a baja temperatura, mientras que si es viscoelástica, es mejor dejarla secar en un lugar ventilado, pero fuera de la luz solar directa.

Además, es importante ventilar la almohada a diario y ventilar bien la habitación antes de hacer la cama. Un secado adecuado es crucial para evitar la formación de moho, y agregar pelotas de lana puede ayudar a mantener la forma de la fibra. Por último, es recomendable cambiarla cada dos años, ya que los materiales se deterioran con el tiempo.