Cómo cortar la piña y que quede bien presentada, según un frutero

Al momento de tener ideas en la cocina siempre hay que tener a mano alternativas para resolverlas en forma rápida. O al menos para que buscar aprovechar el tiempo. Por eso en esta nota podrás conocer un truco ideal para cortar ciertas frutas que son difíciles de quitar la cáscara, como puede ser en este caso especial la piña.

Este ocurrente truco se convierte en un elemento que se ha puesto de moda porque puede sorprender a todos y realizarlo en pocos pasos. Atención a esta opción que te permitirá cortar la piña y que quede bien presentada para los comensales que se sientan en tu mesa.

El truco para cortar la piña

Comenzamos con una piña entera, incluyendo sus exuberantes hojas. Aunque la tentación de quitarlas es grande, estas hojas cumplen una función crucial: sirven como un mango natural que nos brinda un mejor agarre y estabilidad al cortar la fruta. Coloca la piña horizontalmente sobre la tabla de cortar, con las hojas apuntando hacia ti. Con un cuchillo grande y bien afilado, realiza un corte vertical desde la base hasta las hojas, dividiendo la piña en dos mitades iguales. Las hojas actuarán como un contrapeso, facilitando el corte. Luego, toma una de las mitades y repite el proceso, obteniendo cuatro cuartos. Si planeas usar toda la piña, repite este paso con la otra mitad.

Un truco adicional para mayor seguridad: coloca las hojas de la piña en el lado opuesto a tu cuerpo mientras haces el segundo corte. Esto te proporcionará un punto de apoyo firme y evitará cualquier accidente. Ahora, cambia a un cuchillo más pequeño y enfoca tu atención en la base de la piña. Allí encontrarás una sección más clara y dura, que aunque es comestible, puede afectar la textura y el sabor de la fruta. Elimina esta parte con un corte horizontal, sin llegar al final de la pulpa.

Con cuidado, separa la pulpa de la cáscara de la piña, deslizando el cuchillo entre ambas partes como si estuvieras cortando un melón. Este paso requiere paciencia, pero el resultado final valdrá la pena.

Finalmente, llega el momento de la presentación. Con la pulpa ya separada, realiza cortes en rebanadas amplias. Para lograr un efecto visual sorprendente y elegante, alterna las rebanadas hacia los lados, creando un patrón en zigzag.