Aprende a enraizar orquídeas y multiplica la belleza de tu jardín en pocos pasos

Las orquídeas se caracterizan por tener flores blancas, elegantes y sofisticadas. Las mismas le aportan belleza a cualquier lugar del jardín y también a los interiores de las viviendas. Si tienes una planta de este tipo y quieres multiplicar sus cualidades, te enseñamos como enraizar y reproducir este ejemplar en pocos pasos.

El secreto de jardinería para enraizar orquídeas rápidamente

Para esta tarea de jardinería necesitarás paciencia y unos pocos materiales:

Materiales

• Rama de orquídea sana
• Cuchillo afilado
• Hormona de enraizamiento
• Botella de vidrio transparente
• Paño húmedo
• Agua
• Sustrato para orquídeas
• Macetas

Procedimiento

1. Identificar los nodos. Los nodos son los puntos de la rama donde pueden surgir nuevas raíces.
2. Realizar los cortes. Corta la rama en secciones, dejando un nodo en cada una.
3. Aplicar hormona de enraizamiento. Sumergir el extremo inferior de cada sección en la hormona de enraizamiento para estimular el crecimiento de las raíces.
4. Envolver en un paño húmedo. Colocar las secciones cortadas sobre un paño húmedo para mantener la humedad.
5. Preparar la botella. Llenar la botella de vidrio con agua hasta una altura de 10 cm aproximadamente.
6. Introducir las secciones. Introducir las secciones cortadas en la botella, asegurándote de que los nodos queden sumergidos en el agua.
7. Resultado. Colocar la botella en un lugar luminoso pero protegido de la luz solar directa. Después de un mes, comenzarás a ver las primeras raíces.
8. Trasplantar. Una vez que las raíces hayan alcanzado un tamaño considerable, trasplanta las nuevas plantas a macetas individuales con sustrato para orquídeas.

Expertos en jardinería recomiendan tener en cuenta algunas consideraciones adicionales para que la propagación de orquídeas sea efectiva:

• Utilizar agua filtrada o de lluvia. El agua del grifo puede contener cloro y otros minerales que pueden dañar las raíces de las orquídeas.
• Cambiar el agua de la botella cada semana. Esto ayudará a prevenir el crecimiento de algas y bacterias.
• Proporcionar una buena ventilación. Las orquídeas necesitan una buena circulación de aire para evitar la aparición de hongos.