5 claves para encontrar la felicidad plena después de los 60 años

Al llegar a los 60 años, es fundamental cambiar la perspectiva sobre el envejecimiento y verlo como una etapa llena de oportunidades. Para vivir plenamente, es importante abandonar ciertos hábitos que pueden limitar el bienestar.
¿Qué cambios debo hacer para ser feliz después de los 60 años?
Uno de los primeros cambios necesarios es dejar de imponerse barreras por la edad. Creer que es tarde para aprender o asumir nuevos retos es un error que puede afectar la salud emocional. También es esencial aceptar el paso del tiempo y adaptarse a los cambios en lugar de aferrarse a la nostalgia del pasado.
El cuidado de la salud física es clave para mantener la vitalidad, por lo que una alimentación equilibrada y el ejercicio regular son fundamentales. Asimismo, soltar el rencor y practicar la gratitud ayudan a fortalecer el bienestar emocional, al igual que dedicar tiempo a los pasatiempos, que mantienen viva la pasión por la vida.
Vivir en el presente, en lugar de enfocarse en los errores del pasado, permite disfrutar cada momento con una actitud positiva. Además, aprender a poner límites y priorizar el propio bienestar en lugar de tratar de complacer a todos es crucial para llevar una vida repleta de felicidad y equilibrada.
¿Por qué nos sentimos tristes a medida que envejecemos?
Las personas mayores pueden experimentar tristeza o depresión debido a diversos cambios en sus vidas, como la pérdida de seres queridos, la reducción de su movilidad o la jubilación. Entre los factores que contribuyen a la depresión en esta etapa se encuentran los cambios físicos, como el deterioro cognitivo, la pérdida de independencia, problemas auditivos o el dolor crónico.
También influyen los cambios sociales, como la pérdida de amigos y familiares, la soledad y el aislamiento, así como los cambios económicos derivados de la jubilación, la reducción de ingresos o la inseguridad financiera. A nivel emocional, el miedo a la muerte, la pérdida de identidad o la falta de un propósito pueden afectar el bienestar.
Además, ciertas enfermedades, como el Alzheimer o el cáncer, y trastornos médicos, como problemas cardíacos o accidentes cerebrovasculares, pueden agravar el estado emocional de la persona mayor. Para afrontar la depresión en esta etapa de la vida, es recomendable mantenerse conectado con otras personas, participar en actividades significativas, buscar apoyo profesional, tener buenos hábitos y tratar problemas físicos que puedan influir en el estado de ánimo, como la pérdida de audición o la resequedad ocular.