¡Basta de dietas! el motivo por el que no debes comer productos "light"
Elegir una alimentación saludable es algo que todos buscamos, sin embargo, aunque beneficiosa en muchos aspectos, puede dar lugar a mitos peligrosos para la salud, especialmente en relación con los alimentos "light" o dietéticos. En varios países estos productos se popularizaron bajo la creencia errónea de que no aportaban calorías o azúcares "malos" aunque hoy sabemos que es mejor evitarlos.
¿Por qué no comprar productos light?
Según expertos, los alimentos light no son necesariamente sinónimo de salud. Aunque están regulados por el Código Alimentario en varios países, como Argentina y Chile, que establece normas sobre su etiquetado y composición, estos productos suelen reemplazar nutrientes naturales con aditivos artificiales que pueden tener efectos negativos para el organismo.
Por ejemplo, las gaseosas sin azúcar sustituyen la sacarosa natural por endulzantes artificiales, que también pueden ser dañinos. Además, aunque los alimentos light contienen hasta un 30% menos calorías que sus versiones regulares, esto no implica que sean adelgazantes, ya que muchas veces la reducción de calorías se compensa con grasas o aditivos para mantener el sabor y la textura.
La calidad nutricional es fundamental al elegir alimentos. Consumir productos ultraprocesados, aunque sean bajos en calorías, puede ser menos saludable que optar por alimentos naturales y menos manipulados, como una palta, rica en nutrientes a pesar de su alto contenido calórico.
La idea de que los alimentos light ayudan a perder peso es, en el mejor de los casos, una verdad parcial, ya que mientras aportan menos calorías, también introducen compuestos industriales que no siempre son beneficiosos. Por ello, es recomendable priorizar una alimentación basada en productos naturales, orgánicos y mínimamente procesados, que aporten un valor nutricional real a la dieta cotidiana, en lugar de depender exclusivamente de opciones "light".
¿Cómo mantener una alimentación saludable?
Mantener una alimentación saludable implica adoptar una dieta variada que incluya frutas y verduras de diferentes colores, cereales integrales y lácteos bajos en grasa, al tiempo que se reduce el consumo de azúcar, grasa, sal y harinas refinadas. Es importante evitar alimentos fritos, limitar el consumo de alcohol y bebidas azucaradas, y optar por grasas insaturadas como las presentes en el aceite de oliva, cártamo o soya.
Además, se recomienda aumentar la ingesta de fibra y elegir métodos de cocción más saludables. Beber suficiente agua y realizar al menos 30 minutos de actividad física tres veces por semana también son fundamentales. En caso de dudas, es aconsejable buscar orientación de un profesional en nutrición.